estás ahí

aunque fumiguen los cielos para generar sequía
voy a cultivar un río con lágrimas de la risa.

aunque los rotos ya no sanen
nos camuflas con estilo entre la moda alienante
y así relamo mis dientes
bajo una piel de cordero sintética.

soy la rebelión de una persona solitaria,
otro triste hedonista
que no sabe dormir al lado de nadie
y hace cobras por autoreflejo
porque sabe que el veneno de serpiente actúa lento,
los niños no somos tontos.

me fascina el halo de locura, los falsos milagros
frutos de la casualidad…
la pota fruto del exceso
que te recuerda lo frágil que eres.

me excita la escapadita que sale bien
convertidos en criaturas de la madrugada
con un ciego iluminado que nos advierte
que el futuro es una bota aplastando tu cara
con una suela de marca.

eres el tonto supremo
que en vez de ver la depresión del falso literato
se hace a un lado y me hace más humano,
inventas un kit de supervivencia exprés
como si fueras un camaleón bañándose en confeti
y entre gilipolleces dices que me quieres.

si algo me has enseñado es que los sueños
no se cumplen,
se hacen…
y vivir es cargar con ese peso muerto,
y madurar es comer cualquier cosa sin quejarse:
es comer crudo.

me gusta salir contigo
cuando quiero género fresco,
me gusta salir de la oscuridad y hacerme el duro
aunque esté hecho de tarta por dentro…
me gusta sentir dolor e inutilidad y querer llorar,
y que, sin embargo, mi extraño dolor
sea divertido

porque estás ahí conmigo.

Kuniko.be (Flickr) licensed by CC BY-NC 2.0